Querida Yahel de hace un año, déjame decirte que el tiempo pasa y la
que parecía la más fuerte de las tormentas se ha convertido en un
recuerdo lleno de enseñanzas.
Te escribo para decirte que un año
después de esa foto estarás por llegar a la recta final de tu
tratamiento contra el cangrejo, te escribo para que sepas que tus
estudios salen sin evidencia de enfermedad, y que tu cabello ha vuelto a
crecer y ahora salió con chinos, quiero contarte que todo eso a lo que
le temes pasará, porque así es la vida, todo pasa y el dolor tiene fecha de caducidad.
Pasarás por 16 quimioterapias, una mastectomía bilateral, tres semanas
con drenes, 25 radiaciones, 18 conexiones a un medicamento específico
para tu tipo de cáncer, una pastilla diaria a las 9 de la noche y quiero
que sepas que el camino no es tan difícil si decides dejar atrás el
peso de tus miedos, de tus inseguridades, de tus incertidumbres… verás
que al momento de aceptar aquello que no puedes cambiar encontrarás
dentro de ti la manera de enfrentarlo.
Sé que no te imaginas que
llegarás a donde estoy ahora, pero quiero que sepas que hay dentro de
ti una fortaleza enorme que te sorprenderá cada día, quiero que sepas
que todo esto que estás atravesando te está preparando para ser la mujer
que eres hoy, la mujer que ha entendido que la vida es un regalo
maravilloso y que lo más valioso que tiene es a ella misma y que
mientras no te abandones, no te sueltes, ni te juzgues, ni te regañes,
ni te critiques todo saldrá bien, porque el amor propio es la gasolina
para salir adelante.
Querida quiero decirte que valores más las
cosas, a las personas, valórate más, atrévete más, disfruta más, ama
más, ríe más, abraza más y agradece más, llena tu mente de recuerdos
maravillosos te prometo que esos son los que te sacarán del hoyo cuando
necesites recordar que la vida es bella, haz muchos planes, ten muchos
sueños van a ser tu motor, habrá días malos, días difíciles, momentos de
soledad y de tristeza, no olvides que la vida es desierto y oasis y
está hecha para darnos lecciones y que el secreto está en recordar que
nada es para siempre, así que llora, grita, detente y luego respira,
levántate y sigue avanzando que los días malos se acaban y para avanzar
hay que moverse y solo tú tienes el poder de decidir si te mueves
bailando o cojeando.
Con todo mi amor
Yahel del futuro
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