Octubre ¿Rosa?

 

Comienza octubre, el mes de concientización por el cáncer de mama y tomar conciencia de esta enfermedad comienza con quitarle lo rosa, por que el cáncer de mama no tiene nada de color rosa, es un proceso doloroso, complicado, discriminatorio y difícil.

Les aseguro que a todas las que lo padecemos nadie nos preguntó si queríamos descubrir nuestra fortaleza viviéndolo, les aseguro que no nos sentimos guerreras, ni especiales y que no quisimos aprender a valorar la vida enfermándonos y que después de sobrevivirlo, no todos los días son felices y maravillosos.

Les aseguro que detrás de cada diagnóstico de cáncer de mama hay mucho dolor físico y emocional, hay discriminación laboral, hay soledad, hay problemas económicos, hay desabasto de medicamentos y muchas fallas en el sistema de salud. Les aseguro que no porque estemos libres de enfermedad se puede decir que estamos curadas. Por lo tanto, créanme cuando les digo que el cáncer una vez que llega te marca, te revoluciona y tienes que aprender a vivir con él y sus secuelas. Les aseguro que nadie pierde la batalla, que ninguna se rinde y que todas le “echamos ganas”.

El cáncer de mama es de las principales causas de muerte por tumores en las mujeres mexicanas, con un promedio de 10 decesos al día, también es una de las principales causas de discapacidad por las secuelas que dejan los tratamientos. Hablemos del cáncer cómo es, porque no es rosa y tomar conciencia sobre él inicia con el cuidado propio. Así que, mujer, una vez al mes realízate la auto exploración mamaria, una vez al año hazte la mastografía, ante cualquier anormalidad acude a tu médico y toma una, dos o tres opiniones hasta tener la certeza de que estás bien, porque el cáncer de mama detectado a tiempo puede ser tratable.

Por ti, por mi y por todas, que octubre sea un mes de tomar conciencia de que a cualquiera le puede pasar y que la detección oportuna puede salvarte la vida, que los lazos de octubre sirvan para generar empatía, para contener, para unir, para pedir más investigación y mejor atención, que los lazos provoquen una conciencia real de la enfermedad y de la importancia de la prevención. Que el rosa ilumine los corazones y nos vuelva más humanos, porque el camino del cangrejo es complicado, enseña mucho, te da mucho pero les aseguro que nadie por voluntad propia quiere recorrerlo.