viernes, 6 de agosto de 2021

Tiempo y espacio

 Por salud mental también decidí poner al cáncer en cuarentena.

Con todo esto que está pasando muchos pacientes oncológicos nos hemos visto obligados a posponer estudios y consultas como una medida de precaución y prevención ante el COVID. Y la verdad esto genera una sensación de mucha incertidumbre aunada al encierro obligatorio, la crisis económica, la saturación del sistema de salud, el miedo al contagio y todas la emociones que todo esto provoca así que para evitarme estados de ansiedad y angustia innecesarios, decidí que lo mejor era este tiempo enfocarme a otros asuntos que forman parte de Yahel y que tal vez durante mi tratamiento había dejado de lado y aunque en la realidad el cáncer no se detiene yo tuve que ponerle pausa al cáncer y literalmente poner mi mirada en las estrellas.
He andado desconectada del Camino del Cangrejo porque ahorita necesito este silencio del cáncer hasta que pueda continuar con mis estudios para evitar recaídas y hasta que el hecho de no estar recibiendo atención no me genere tanto miedo y tanta incertidumbre.
He estado trabajando todos los días haciéndome consciente de una de las enseñanzas grandes que el cáncer me dejó. “Un día a la vez” porque creo que es la única forma en la que la incertidumbre no se vuelve asfixiante, enfocarme en el ahora, en lo que tengo, lo que puedo hacer y resolver y confiando en que lo demás se irá dando poco a poco y que cuando se reanuden las consultas en el hospital todo seguirá marchando bien.
Les mando un abrazo a todas las personas que me conocen y me leen y les recuerdo que a veces para sembrar hay que remover la tierra, el florecimiento inicia con la ruptura de la semilla. Bendiciones



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